jueves, 14 de abril de 2016






Un 80% de las defunciones prematuras relacionadas con la contaminación del aire exterior se deben a cardiopatía isquémica y accidente cerebrovascular, mientras que un 14% se deben a neumopatía obstructiva crónica o infección aguda de las vías respiratorias inferiores, y un 6% a cáncer de pulmón.


La contaminación del aire representa un importante riesgo medioambiental para la salud, bien sea en los países desarrollados o en los países en desarrollo.


«Un ambiente sano es la base de la salud en la población», señala la Dra. Margaret Chan, Directora General de la OMS. «Si los países no adoptan medidas para que los ambientes en los que se vive y se trabaja sean sanos, millones de personas seguirán enfermando y muriendo prematuramente».


La mayor parte de la gente está de acuerdo en que, para luchar contra el calentamiento global, se deben tomar una serie de medidas. A nivel individual, un menor uso de coches y aviones, el reciclaje y la protección del medio ambiente son medidas que reducen la huella de carbono de una persona, es decir, la cantidad de dióxido de carbono liberada a la atmósfera debido a las acciones de cada individuo.



El dióxido de carbono, es el contaminante que está causando en mayor medida el calentamiento de la Tierra.Éste se considera por lo general contaminante cuando se asocia con coches, aviones, centrales eléctricas y otras actividades humanas que requieren el uso de combustibles fósiles como la gasolina y el gas natural.



Calidad de aire y salud

Hace un día resplandeciente, el sol brilla, el aire agita las hojas de los árboles y apetece respirar hondo. Si vive en una gran ciudad sepa que con cada inhalación introduce en sus pulmones dióxido de nitrógeno (producido por el trafico y la industria), partículas en suspensión (generadas por el tráfico) y ozono troposférico. Son tres contaminantes nocivos para la salud